Programas Radio Usach

En las últimas semanas tres eventos culturales se han visto en conflicto con Municipios que, por diversas razones, han decidido poner en duda o llanamente cortar, ya sea permisos o financiamientos. Es el caso de Lollapalooza y Santiago, Santiago a Mil y Las Condes, y en los últimos días, el Festival Puerto de Ideas y la administración de Viña del Mar. Frente a esto, la gestora cultura y actual Directora de Programación del GAM, Pamela López, expresó su preocupación por que en primera lectura infiere como “procesos de polarización en marco de la discusión de los derechos culturales”.

Como otro punto en común entre estos tres casos, la también ex Directora Red Salas de Teatro, señaló que trata sobre un tema más profundo y es la necesidad de “volver a pensar en la política pública. La política cultural no es solamente responsabilidad del Estado. Son políticas en la que tienen que consensuar ideas privados, públicos, diversos agentes”. Para la programadora artística es importante “tener una mirada curatorial o línea editorial de trabajo, siempre y cuando esté de acuerdo con otras premisas importantes como el pluralismo y la diversidad, que son ejes de la democracia”.

Para López la mayor preocupación y temor de lo visto en estas disputas tiene que ver con la gestión cultural: “No podemos limitar los eventos a la población a la que tocan o articulan. Soy una convencida que la cultura es un bien público y eso es entender que cualquier actividad cultural propicia mecanismo de economías sociales, creativas y de efectos multiplicadores”, sostuvo.

“Hacer un festival de la envergadura de Lollapalooza en un parque determinado en la ciudad, no es solo algo que incide en múltiples maneras de valor productivo”, continuó la gestora, aludiendo que el actual sistema de financiamiento en nuestro país se aborda de manera mixta, con recursos públicos y obligadamente de privados, y que en este escenario “el no permitir flujos de distintos formatos, ideologías, contextos, diversidades, no es algo que corresponda porque sería algo unitario. No le sirve a nadie porque Chile ha comprobado ser un país diverso”.

“Me cuesta mucho creer, por los años de experiencia, que un proyecto cultural reditúe de una manera en que las personas se estén haciendo millonarias desarrollándolos o gestionándolos”, comentó Pamela López.

Vuelve a ver el análisis completo, aquí.