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Ayer supimos de la lamentable muerte de un joven de 16 años, de la isla Santa María, en la región del Biobío, que falleció de pancreatitis luego de pasar tres días con fuertes dolores, sin poder ser trasladado al continente porque la barcaza que debía cumplir esa función estaba inhabilitada hace semanas.

Para conocer más acerca de esta tragedia, Razones Editoriales contactó a la dirigenta de la Junta de Vecinos de Puerto Norte, de la isla Santa María, Aurora Chamorro.  “Es triste, la isla está de luto por el fallecimiento de nuestro niño que estuvo 3 días con puros analgésicos y no fue catalogado de emergencia. Él estaba falleciendo a pausa, acá si no se activa el protocolo de emergencia, te mueres”, advierte.

Sobre el aislamiento que padecen, Aurora explica. “Estamos dentro del Golfo de Arauco, a cuatro horas en barcaza del continente. Nosotros no elegimos dónde vivir, la vida de la isla Santa María es tan triste, esta isla se compone de dos puertos, vivimos en medio del océano y no tenemos derecho a pesca. Somos puros pescadores, pero sacamos productos a escondidas para poder sobrevivir. Toda nuestra vida ha sido así”, cuenta la pobladora.

Y responsabiliza al Estado. “Quedamos fuera de esta ley que nos tiene complicadísimo hace años, ya sea Longueira o no, siempre hemos estado así. Nuestra vida se nos va si la barcaza no está, desde el 14 de mayo estamos aislados, no se preocupan si quedamos en Lota botados”, agrega.

“Nosotros llevamos muchos años pidiendo una mejora de barcaza, el Estado construyó un enorme elefante blanco en el muelle en Puerto Norte, cosa que nunca se ha usado”, plantea. “No puede ser que estemos con una sola conexión, una sola barcaza”.

Finalmente, Aurora reflexiona indignada. “Yo siempre les decía, el día que pase una desgracia, ustedes nos van a mirar, y ahora pasó, nosotros tenemos que tener las mismas garantías que los que viven en el continente, porque nosotros no somos ciudadanos de segunda clase”, concluye.