Pablo Medel
Hace poco el Ministerio de Medio Ambiente dio a conocer una propuesta para que el país tenga una Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO). Según las cifras de las autoridades, el 58% de los residuos que generamos en nuestras casas corresponden a desechos orgánicos, por ejemplo, los restos de comida o cáscaras de frutas y verduras. Sin embargo, se aprovecha menos del 1% de ellos.
Para conocer más acerca de esta estrategia de residuos orgánicos, el programa All You Need Is Lab de Radio Usach, conversó con el académico de Ingeniería Ambiental de la UNAB, Iván Franchi. Quien en su primera intervención aprovechó de criticar duramente la decisión del Gobierno de no firmar el Acuerdo de Escazú. “Es una muy mala noticia, una pésima decisión, que el Gobierno no firme el Tratado de Escazú. Primero desde el punto de vista de la política internacional de Chile, eso es terrible, porque este es un acuerdo que promovió y lideró el país en el ámbito internacional. Pero desde el punto de vista interno, tiene que ver con seguir perpetuando la inequidad de acceso a la información, en todos los procesos de carácter ambiental”, afirma.
Y el especialista va a los temas políticos de fondo, que avalan esta decisión. “El temor del Gobierno me parece irrisorio, porque hay muchos tratados que dicen que cuando no se llegue a acuerdo en una materia, se pueda recurrir a una Corte Internacional. Ese temor es infundado porque muchos acuerdos que Chile ya firmó tienen esa cláusula. El Gobierno está convencido que se podría poner en riesgo la inversión privada o evitar atraer capitales internacionales, o dejar de promover proyectos extractivitas que es el motor de la economía según lo ve el Gobierno, esas son las razones de fondo”, asegura Iván Franchi.
Sobre la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, el experto explica. “Es una política pública que busca hacerse cargo de la mitad de la basura que tiramos en nuestras bolsas plásticas. Que son los residuos de alimentos, los elementos orgánicos tienen como destino final, en el mejor de los casos, los rellenos sanitarios y en el peor, los vertederos”, señala.
“Algo que no tiene la estrategia es que se hace cargo de la generación de residuos orgánicos, pero no se hace cargo de su uso, en otros países se disminuye la huella de carbono evitando el transporte de los alimentos. La idea es lograr la economía circular y aprovechar los residuos orgánicos”, aconseja, Iván Franchi, académico de Ingeniería Ambiental de la UNAB.