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En un nuevo 8M de luchas por reivindicaciones, el libro Voces de mujer: testimonios e historias de violencia y abuso en Chile, de Andrea Lagos, periodista, licenciada en historia y académica de la Universidad Diego Portales, nos recuerda que aún estamos lejos de poder llegar a la visibilización de las distintas formas de abuso en nuestro país. La autora conversó en Escena Viva sobre esta publicación con la Editorial Aguilar, que con mucho respeto y dignidad, hila relatos del cotidiano. “Abuso no es solamente pegarle a una mujer, violarla, faltarle el respeto cuando trabaja subordinada. Busqué diversidad en tipos de mujeres y tipos de abuso, exactamente para que sea un libro más que una recopilación. Pretende ser un todo”, señaló.

La investigación realizada y las entrevistas en profundidad, dan cuenta de una normalización mayor con la que estas páginas nos despiertan. “Este es el día a día. Es lo que nos ha pasado a muchas mujeres. Hay casos muy dramáticos y casos muy diarios. Hay casos ‘más sutiles’ sin que sean realmente sutiles”, explicó Lagos, añadiendo que por ello “no recurrí a redes sociales, ni a la prensa (menos a la prensa roja), no recurrí a lo muy mediático”.

“Hay historias de gente muy joven, una que esto le pasó a sus 18 años, universitaria, saliendo del colegio, que ahora tiene como 23, como el caso de una chica mormona. Y luego, le pasó algo parecido a una que hoy tiene 70. Y reaccionaron diferente, pero no tanto”, contó la autora, aludiendo a la costumbre de no denunciar y como temas como las sanciones frente al acoso callejero, han avanzado en espacio con el pasar del tiempo.

La periodista abordó con todas sus entrevistadas la niñez como tópico de temas que ella pensaba serían muy diferentes, pero al escucharlas, “tiene casi todo que ver con el abuso que ellas tienen que soportar” desde esa edad. Desde bajas de autoestima por el maltratos de los padres por su peso, sexualización o incluso ejemplos de infidelidades y tratos con sus madres; hasta casos de abusos más directos. “Se repiten los patrones en los casos. Es ayudador por lo menos para saber que la hija de una no va a aceptar estas cosas”, comentó la investigadora.

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