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Mañana la Cámara Alta retomará, casi después de un año, la iniciativa por reformular el sistema previsional. Un debate que incluye la propuesta de la Asociación de AFP de subir la cotización a un 20%, y la del Gobierno que busca subir la cifra a 16% de los sueldos de los trabajadores.

Para el ex superintendente de Pensiones del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Álvaro Gallegos, el problema es más profundo que sólo tratar de igualarse a otros países de la OCDE. “Es como querer ponerse al día, pero no dice mucho de quién tendría que aportar y lo que inquieta es que quienquiera que aporte, esto vaya a cuentas individuales. El problema del sistema es que no da buenas pensiones en cuanto los aportes van a cuentas individuales”, explicó el economista.

Esto añadido a salarios bajos, precarización laboral y una tasa de desocupación que bordea el 80% promedio desde que se instaló el sistema, evidencian que “dada la distribución funcional del ingreso en este país, basar un sistema de pensiones en el ahorro de los trabajadores, no tiene mucha razonabilidad”, comentó Gallegos. El ex superintendente de pensiones recordó que “al generar un fondo tan inmenso, eso se traduce en un poder político que evidentemente es utilizado sin pensar en los afiliados. Los resultados son pensiones miserables y altas rentabilidades para los gestores”.

En torno a la información entregada por la actual administración de la Superintendencia luego del segundo retiro de fondos de las AFP, de que más de tres millones de personas se habrían quedado sin ahorros, Gallegos señaló que “no hay ninguna novedad” porque “el daño ya estaba hecho. La gente rescata un dinero que el gobierno les negó”, aludiendo que “no es la mejor solución, pero el gobierno está actuando como gigante egoísta”.

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