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¿Qué se come y cuánto cuesta un menú?: Los platos que alzaron a Boragó como el mejor restaurante de Chile

Crudo de tomate, ceviche de sandia o Milcao al rescoldo con mantequilla de pajarito, todo preparado con agua de lluvia de la Patagonia, son algunas de las apuestas del recinto elegido como el quinto mejor de América Latina en 2024.

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  • Fabián Escobar

  • Miércoles 27 de noviembre de 2024 - 12:04

Esta semana se realizó en la ciudad de Río de Janeiro una nueva versión del evento “Latin America’s 50 Best Restaurants”, el que, desde su creación en 2013, elige a los mejores recintos de comida del continente con la opinión de 300 expertos cocineros y críticos gastronómicos.

Entre los elegidos de la lista destaca en el primer lugar el restaurante de carnes “Don Julio” de Buenos Aires, seguido por “Maido”, en Lima, y “El Chato”, en Bogotá, en el tercer puesto. Sin embargo, la representación chilena corrió por cuenta de “Boragó”, restaurante que se ubicó en el quinto puesto, consolidándose como uno de los más influyentes de la región y uno de los más llamativos del país.

No es primera vez que el restaurante liderado por Rodolfo Guzmán desde 2006 obtiene reconocimiento internacional. En junio pasado, ocupó el puesto 29 entre los 50 mejores restaurantes del mundo, de acuerdo a la lista “The World´s 50 Best”, y el propio Guzmán en 2023 fue elegido entre los 10 mejores chefs del mundo.

“Boragó es un restaurante único, irrepetible. Tiene una conceptualización y una identidad muy marcada, que lo hacen muy reconocible. Es un restaurante que visibiliza un Chile muy desconocido, incluso para nosotros como chilenos, y que por supuesto, tiene una técnica impecable y un manejo del sabor y de la experiencia en general de vinos y cocina fuera de serie”, comentó a Diario Usach, el reconocido cronista gastronómico Daniel Greve.

El especialista asegura que el reconocimiento al restaurante chileno es una fuente de inspiración para otros recintos nacionales que en el corto plazo podrían liderar listados continentales de la excelencia gastronómica. 

“El reconocimiento de Boragó ayuda mucho porque es como el rompehielos, como el barco que va abriendo camino al resto. El hecho de que haya pasado del noveno lugar al quinto, o sea, haya avanzado bastante, va abriéndole camino a los demás. Boragó lo que hace es inspirarlos, darles energía, y ya tener Boragó tan adelante es tremendamente inspirador, es espectacular”, comenta el periodista.

LA CLAVE DEL ÉXITO

Un punto importante a tener en cuenta es que Boragó ofrece un menú de degustación, por ello que los comensales pagan por un tipo de degustación en lugar de un plato específico o a la carta.

“Recogen y combinan el mejor producto endémico del territorio chileno, en permanente evolución a lo largo del año. Gran parte de la comida es cortada de suelos no intervenidos, por comunidades recolectoras y pequeños productores a lo largo de Chile”, aseguran en el restaurante.

Pero la gran pregunta que todo el mundo se hace es: ¿Cuánto cuesta comer en Boragó? ¿Es accesible para el común de los mortales?

El menú “Endémica” tiene un valor de $179 mil por persona, y según la información oficial del recinto cuenta de 12 a 18 preparaciones. Es decir, te llevan esa cantidad de platos a la mesa. Si a eso le quieres agregar vino, el valor de seis copas asciende a los $96 mil por persona. Para quienes no beben alcohol, el maridaje de jugos tiene un costo de $40 mil y cuenta de hasta seis copas por comensal.

Uno de los puntos más llamativos de los platos que se comen en Boragó es el origen de los productos. Según la página web del recinto, el agua que se consume en el recinto “proviene de la lluvia de la Patagonia, con un alto grado de pureza”. La leche utilizada, sobre todo en los helados, “es ordeñada por nosotros y proviene de crianza natural”.

A la hora de hablar de los vegetales, aseguran que son cultivados por ellos mismos o comprados a pequeños productores en todos los rincones de Chile. “Son más de 200 (productores) a lo largo del país. Tienen el mismo protagonismo que el resto del equipo. Lamentablemente no son visibles en nuestro comedor, pero sin ellos no podríamos dar ni siquiera el 10% de la comida que ofrecemos”, aseguran en el recinto.

UNA EXPERIENCIA AL PALADAR

Si bien no se trata de un restaurante convencional, esa misma apuesta en los platos ha despertado interés en cientos de personas que buscan probar cada novedad de los “endémicas”, cualquiera sea la estación del año.

Algunas de las preparaciones que más llama la atención, destaca el “erizo de Quintay y salsa verde de malva de playa” o el “Crudo de camarón de roca y extracto de algas”. También hay sabores que pueden sonar más familiares, como “el Milcao al rescoldo y mantequilla de pajarito” o el “Cordero patagónico cocido a la inversa”.

También destacó en otros años el “crudo de tomate rosado de Maule y manzana silvestres”, el “ceviche de sandía de Paine”, o el imperdible “Crudo de langosta de Juan Fernández”.

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