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Utensilio de uso diario, pero muy poco cuidado: ¿Cómo saber cuándo cambiar el cepillo de pelo o la peineta?

Con el uso diario, los cepillos pueden deteriorarse sin que nos demos cuenta, provocando frizz, quiebre y daño en la fibra capilar. Experto detalla las señales más importantes para identificarlos a tiempo y proteger la salud del cabello.

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  • Diario Usach

  • Martes 18 de noviembre de 2025 - 11:44

Aunque solemos preocuparnos por shampoos, tratamientos y técnicas de peinado, pocas veces revisamos el estado de los cepillos que usamos todos los días. Con el tiempo, estos accesorios se deforman, se contaminan o pierden suavidad, afectando directamente la salud del cabello.

El dermatólogo y académico de la Facultad de Medicina UNAB, Dr. James Anderson, explica qué señales deben alertarte y por qué reemplazar un cepillo a tiempo puede marcar una gran diferencia.

Antes de pensar en productos o tratamientos, la herramienta básica del cuidado del cabello —el cepillo— puede ser la causa de frizz, pérdida de brillo o quiebre si está dañada. Por eso, conocer cuándo es momento de reemplazarlo es esencial para mantener un cabello sano.

Según el Dr. Anderson, la tecnología y los materiales del cepillo también influyen en la salud del cabello. Los dientes flexibles, las puntas redondeadas o los diseños con iones negativos ayudan a reducir fricción y estática. En cambio, quienes tienen cabello rizado o frágil se benefician de cerdas separadas o naturales.

El especialista sugiere reemplazar los cepillos cada 6 a 12 meses, dependiendo del uso. “Un cepillo en buenas condiciones protege la cutícula, facilita el peinado y mantiene el cuero cabelludo saludable. Es una herramienta simple, pero clave para cuidar el cabello día a día”, afirma.

CERDAS O DIENTES DEFORMADOS

Cuando las cerdas están dobladas, quebradas, con puntas ásperas o dañadas, el cepillo deja de cumplir su función y comienza a generar fricción excesiva. “Estos defectos pueden rasgar la cutícula del cabello y producir tirones que favorecen el quiebre”, explica el Dr. Anderson.

ACUMULACIÓN VISIBLE DE RESIDUOS

Restos de productos capilares, polvo o sebo atrapado entre las cerdas son señales claras de desgaste. Además de afectar la higiene, estos residuos pueden trasladarse al cuero cabelludo, generando grasitud e incluso contaminación bacteriana.

EL CEPILLADO SE VUELVE DIFÍCIL

Si el pelo comienza a enredarse más de lo normal, el cepillado deja de ser fluido o se producen tirones frecuentes, probablemente el cepillo ya perdió su forma original o se encuentra rígido. En estas condiciones, puede dañar la fibra capilar con cada pasada.

DAÑOS VISIBLES EN EL CABELLO

Un cepillo deteriorado puede provocar frizz persistente, puntas partidas y pérdida de brillo. “Los dientes deformados o las puntas ásperas generan microfracturas en la cutícula, lo que se traduce en un cabello más opaco y quebradizo”, señala el académico.

DIFICULTAD PARA LIMPIARLO O MAL OLOR

Si el cepillo no vuelve a quedar limpio incluso después de lavarlo, o si desprende mal olor debido a la humedad acumulada, es momento de reemplazarlo. Estos signos indican deterioro estructural y proliferación de microorganismos.

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