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Por Daniela Figueroa Videla

De acuerdo al más reciente informe epidemiológico del Departamento de Estadísticas e Información del Minsal (DEIS), Arica es la comuna con más casos activos de Covid-19 en el país, los que ascienden a 981. Pese a que la ciudad completará este miércoles 14 días de una nueva cuarentena. Al respecto conversó Sin Tacos ni Corbata con el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola.

El edil sostuvo que ya tuvieron una cuarentena temprana de un mes, de marzo a abril, la que permitió atacar la curva y contener el contagio pero una vez que se levantó provocó un “efecto rebalse. La gente salió en masa a la calle y de ahí en adelante el virus no ha dejado de crecer (…) no fue un aumento explosivo como ocurrió otras ciudades del norte como en la región de Tarapacá o Antofagasta, pero sí con un aumento sistemático y silencioso”.

Gerardo Espíndola explicó que esto ocurrió porque primero tuvieron una cuarentena sin apoyo económico para las familias “todos los bonos llegaron después y no de la manera  como se necesitaba; ha sido una política sanitaria bien a medias” y cuando se levantó la medida restrictiva “y como la principal actividad laboral en Arica depende del comercio, la gente salió a trabajar”.

La autoridad municipal recordó el gran desempleo de la comuna nortina y las altas tasas de informalidad laboral, donde un estudio de la Fundación Sol arrojó que 8 de cada 10 ariqueños posee un trabajo de estas características. “El comercio ambulante aumentó considerablemente cuando se levantó la cuarentena” dijo Espíndola.

El edil de Arica señaló que “otro de los problemas es que la Atención Primaria de la Salud llegó muy tarde a hacerse cargo de este proceso y no es que nosotros como municipalidad no quisiéramos , no teníamos ni la autorización ni los recursos para hacerlo” atribuciones  y recursos que llegaron, dijo Espíndola, recién a mediados de julio.

Al igual que muchos alcaldes, Espíndola acusó que “Chile sufre de una enfermedad llamada centralismo que le está pasando la cuenta al norte del país”.

El alcalde de Arica dijo que mantienen un vínculo muy estrecho con la ciudad peruana de Tacna, que es la más cercana, siendo el sistema de salud del país vecino una gran ayuda para los ariqueños quienes se atienden, con reconocimiento de la previsión social chilena, en centros dentales y con pediatras esencialmente a falta de estos en la ciudad. Y con el cierre de la frontera por la pandemia “está quedando en evidencia el sistema de salud centralista de nuestro país”.

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