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A través de sus redes sociales, el sociólogo y académico Manuel Guerrero, hijo de Manuel Guerrero Ceballos, profesor asesinado en dictadura en el caso degollados, inició un debate y reflexión sobre la propuesta de la Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional, de alzar el secreto del Informe Valech, en el que él atestiguó siendo menor de edad. “Mi intención fue compartir. Entrar en una reflexión colectiva de lo que significó dar testimonio en el Informe Valech”, señaló Guerrero en Radio Usach.

“Muchos dicen que inenarrable el tipo de crueldad que implica la tortura”, continuó el sociólogo, quien destacó el gesto histórico que fue construir y recoger testimonios de víctimas, “muchas de regiones, campesinos, pobladores, mujeres, niños, que pudieran formar parte del relato histórico de lo que fue el alcance de este dispositivo del terror”. Como arduo defensor de los DDHH, Guerrero comentó que “me resulta odioso cuando se habla de los casos emblemáticos”, aludiendo el caso de su padre, cuando “la violación a los DDHH fueron masivas y sistemáticas y todos esos casos tienen una importancia al mismo nivel”.

En ese sentido, parte de su opinión y propuesta es que “contar la verdad no es suficiente” y que “la memoria tiene que estar al servicio personal y colectiva, pero también al servicio de la justicia”. Desde ese punto, “ahora que la CC volvió a instalar el tema, es la oportunidad que, de manera responsable, se pueda retomar este tema, porque en mi opinión, el Estado está obligado a hacerlo”, señaló Guerrero.

A su vez, manifestó su desacuerdo a que exista una contradicción entre alzar el secreto para perseguir los delitos cometidos y mantener la confidencialidad: “Hoy día estamos en perfectas condiciones de preservar la privacidad y el anonimato de la información entregada y cuidar a los testimoniantes, y al mismo, ocupar la información para la investigación judicial. Cuidar los testimonios en ningún caso se contrapone al hacer justicia”, sentenció.