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Este fin de semana, en conversación con CNN Chile, la Ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, confirmó que el gobierno presentará un veto a la ley de usurpaciones aprobada en el congreso, que incluye la figura de legítima defensa privilegiada permanente.

La Secretaria de Estado adelantó que se buscará una fórmula de veto para “fortalecer el derecho y no que promueva el salvajismo”.

Sobre esto y el impacto ciudadano que eventualmente podría tener esta legislación, conversamos con el abogado Jorge Boldt, Académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, Máster en Derecho Penal de la Universidad de Barcelona y Máster en Derecho por la U. de Edimburgo.

En entrevista con la periodista y conductora del espacio, Daniela Figueroa, explicó que hoy con la nueva ley usurpación, “el concepto no debería cambiar tanto. Es básicamente que te quiten tu tierra o tu casa, un robo pero de un bien inmueble. La gran diferencia ahora, es que generalmente los tribunales tienden a ser reacios a aceptar medidas de autotutela o defensa. Ahí uno tiene que ir al tribunal, probar la usurpación. En ese sentido, es una regulación que hace difícil recuperar una tierra cuando ya ha sido usurpada y pasó mucho tiempo”.

Agregó que “el problema de recuperar la tierra después de mucho tiempo, es que se generan potenciales casos de violencia por la autotutela. Al derecho no le gusta que uno haga la justicia con sus propias manos. Lamentablemente, estamos en un momento en que las autoridades no están dando soluciones tan rápido como la gente quisiera. Por eso surge esta ley”.

Con respecto a la legítima defensa privilegiada, declaró que “la usurpación es un delito permanente, por lo tanto, se está cometiendo durante todo el tiempo. Por lo tanto, el mismo derecho que tengo de repeler a quien quiere quitarme mi casa, lo sigo teniendo incluso después que me la hayan quitado. Esto es súper peligroso. Aquí estamos pisando huevos con los que realmente queramos regular. Lo de privilegiada tiene que ver con que la persona no está siendo agredida físicamente en ese momento en específico. Entonces si yo le doy legítima defensa, sería con un privilegio, por eso el nombre”.

Finalizó aclarando que no se trata de un término técnico, si no más bien de algo informal.