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Por Daniela Figueroa Videla

Estación Central conversó con Julián López, de la Defensoría Jurídica de la Universidad de Chile, sobre el plan piloto de la Defensoría Penal para contar con presencia de abogados en las comisarías que garanticen la no vulneración de los derechos de los detenidos, ya que “lo que ocurre antes de que el detenido sea dispuesto a tribunales es algo como la tierra de nadie” y “la mayor potencialidad de abuso policial se da siempre en el instante inicial de la detención”.

El abogado y profesor agregó que “la experiencia en las comisarías es difícil, porque hay poca cultura de los derechos de los detenidos” preocupación que comenzó tras el Estallido Social donde se denunciaron malos tratos, abusos de poder, tortura y violación, entre otros.

Comentó que ellos, como abogados, conocen de casos de personas que fueron detenidas y tremendamente maltratadas en las comisarías, y para que no quedara evidencia de esos daños fueran puestas en libertad sin pasarlas por control policial y sin cargo alguno.

López agregó que en épocas de crisis existe poco registro de los detenidos, el que por dictamen constitucional debe ser público, donde muchas personas son reportadas como desaparecidas o con paraderos desconocidos.

Dentro de las mayores problemáticas, Julián López denunció falta de cultura jurídica en las policías, donde ellos “tienen que entender qué es un derecho del detenido, no un favor”. También señaló que hay obstáculos en lo logístico, ya que no hay espacio dentro de las comisarías para que el defensor se entreviste con los detenidos y si bien “existen cámaras instaladas en muchas comisarías, no es fácil acceder a ellas y no cubre todos los espacios del lugar, la mayor parte de la torturas se dan fuera del espacio de las cámaras”. 

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