Según estimaciones recientes de la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician en el mundo, lo que equivale a casi un tercio del total producido. Este hecho contrasta con los índices de inseguridad alimentaria que afecta a un porcentaje importante de la población mundial, debido a las dificultades de esta para acceder a alimentos sanos y nutritivos en todo momento, derivando en situaciones de malnutrición por exceso o déficit y todo lo que ello conlleva desde la perspectiva sanitaria mundial.
Dada la envergadura del problema de la pérdida y desperdicio de alimentos, se hace necesario un enfoque global e integrado para enfrentarlo, que vincule la tecnología, la regulación, los incentivos, la infraestructura, la información y la ciencia del comportamiento de manera que se apoyen y complementen mutuamente.
A nivel estatal, Odepa coordina la Comisión Nacional de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, que tiene como objetivo facilitar y coordinar estrategias con los actores públicos y privados con el fin de prevenir y reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos. Por lo mismo dieron a conocer las siguientes herramientas para evitar perder comida.
Good Meal: Aplicación de marketplace que permite conectar negocios -desde verdulerías, hasta cadenas internacionales- con usuarios conscientes. Específicamente, los mercados de alimentos suscritos pueden dar una salida comercial a sus excedentes alimentarios diarios, ofertándolos a un menor precio a los usuarios registrados en la aplicación, evitando de esta forma su desperdicio. La primera semana de abril se agendó una reunión para establecer vínculos con la CNPDA.
Cofood: Aplicación que permite a locales comerciales poder publicar productos alimenticios que están próximos a su fecha de vencimiento, a menores precios, para que usuarios de la App los puedan comprar.
Maifud: Plataforma online que pone a disposición de los consumidores alimentos “imperfectos”, rechazados por el comercio tradicional por no cumplir las exigencias de mercado en cuanto a tamaño, color, forma o grado de madurez, a pesar de encontrarse en perfectas condiciones para ser consumidos. De esta forma, se revalorizan alimentos que eran considerados descartes.
Olio Chile: Aplicación creada en Gran Bretaña que está presente en más de 32 países (incluido Chile). A diferencia de otras, quienes usan esta plataforma son desde personas comunes y corrientes hasta locales comerciales. Específicamente, permite subir fotos de la comida que se ofrece, generando alertas en los usuarios. Así, en caso de estar interesados, las partes se ponen en contacto y organizan el retiro del alimento, que además involucra un pago. Entonces, mientras el oferente evita botar comida, también recibe un beneficio económico.
Cáscara Foods: Si bien no es un Marketplace o aplicación, corresponde a un emprendimiento que transforma desperdicios alimentarios en nuevos productos a través del upcycling. Su oferta de productos incluye suplementos de fibra enfocados en el bienestar digestivo, elaborados a partir de cáscaras de manzana, arándanos y frutilla, entre otros.
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