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Investigación

Arqueólogos rusos encontraron una fortaleza prehistórica de más de 6.000 años de antigüedad

Se trata de un reciento empalizado que podía albergar a varias decenas de personas. Según los investigadores, esto correspondería a una compleja organización social de que encaraba constantes amenazas

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  • Agencia EFE editado por Raúl Gutiérrez V.

  • Viernes 17 de octubre de 2025 - 15:06

  • Foto: redhistoria.com (Referencial)

Arqueólogos rusos encontraron los restos de una fortaleza prehistórica de hace más de 6.000 años en las cercanías de la localidad de Ust-Lugá, en la región de Leningrado, informó hoy el Instituto de Historia de la Cultura Material (IHCM) de la Academia de Ciencias de Rusia.

Se trata de una fortaleza rodeada de una empalizada que podía albergar a varias decenas de personas, lo cual apunta, según los investigadores, a una compleja organización social de esta comunidad que encaraba constantes amenazas, señala la página web del IHCM.

Este poblado, bautizado como Kurovitsi-9 por los arqueólogos, destaca por una ubicación poco usual, ya que está lejos de aguas donde pescar, tanto antiguos como actuales, en la frontera de la planicie de Kurovitsi.

"Los humanos comenzaron a utilizar terrenos de difícil acceso como este solo en la Edad de Hierro y luego en el Medioevo, cuando surgió la necesidad de defender sus viviendas de amenazas externas. Para épocas anteriores, eran más habituales los asentamientos pequeños junto al agua", indicaron los arqueólogos.

Señalaron que esta circunstancia permitió que en este territorio no hubiera más asentamientos ni antes ni después, lo que facilitó que los arqueólogos pudieran estudiar toda la capa cultural y reconstruir en su totalidad la estructura de este asentamiento antiguo.

"Durante las excavaciones fueron estudiados los restos de dos zonas de unos 600 metros cuadrados cada una, en cuyos perímetros había un canal que mostraba los restos de la empalizada", explicó el arqueólogo Andréi Gorodílov, especialista del IHCM.

Dentro de la empalizada estaban "las zonas habitables, las chimeneas y las fogatas alrededor de las cuales fueron hallados restos múltiples de ollas, adornos, herramientas", añadió.

Este descubrimiento, único para la Edad de Piedra del noroeste de Rusia, es la primera prueba de comunidades complejas y fortificaciones en estos territorios.

Anteriormente se consideraba que este tipo de asentamientos solo aparecieron en la Edad de Bronce tardía.

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