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Revista Paula publicó un reportaje titulado “Quedar cesante a los 50 años”, una situación compleja donde se cruza el aumento de las expectativas de vida, sobre todo en las mujeres, y los requerimientos de un mercado laboral centrado en trabajos especializados que enfatiza el uso de las nuevas tecnologías.

La realidad testimonial que se expone en este artículo periodístico, lo avala un estudio realizado por Clapes UC, el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica.

Según los datos arrojados por Clapes UC las personas mayores de 50 años es uno de los rangos etarios que más ha demorado en recuperar los niveles de empleo prepandemia, con un déficit de más de 297 mil empleos. ¿Qué hay detrás de estos números? ¿Qué dice el mercado? ¿Es un tema cultural de desprecio a las personas mayores? Frecuencia Pública invitó a Carlos Román, director ejecutivo de Senior LabUC (laboratorio de innovación social impulsado por el Centro UC Estudios de Vejez y Envejecimiento de la misma casa de estudios) para responder a éstas y otras preguntas.

“Lo que se ve en términos de datos y cifras es que las personas mayores en el mundo del trabajo van sufriendo mucha discriminación porque se van quedando solas, y en muchos casos ellos mismos se aíslan en función de las dinámicas que se dan. Compañeros de su generación los empiezan a despedir, algunos los retiran, empiezan a quedarse solos y solas. Y acercarse a otras generaciones no siempre es fácil”, sostuvo Román.

Consultado por la doble discriminación (por género y edad) en el mundo laboral, Román comentó que “en general las mujeres se ven enfrentadas a este desafío con mayores complicaciones (..) Nueve de cada diez mujeres declara que la responsabilidad del hogar se la llevaba ellas, se sabe también que las labores de cuidado se la llevan las mujeres. Entonces, hay un tema que es mucho más complejo para las mujeres, está el tema de género más ser mayor, una mujer que envejece se le va castigando más”.

El director ejecutivo de esta instancia que apuesta por la economía plateada, sostuvo que acá también existen diferencias entre hombre y mujeres de la tercera y cuarta edad: “En términos de cifras las mujeres mayores emprenden más que los hombres, asociado a, seguramente, las posibilidades que tienen de ejercer un trabajo por cuenta propia sin la necesidad de tener un empleador, en cambio, para los hombres de esta generación la idea de tener un empleador sigue siendo todavía importante. Entonces, a los hombres les cuesta más emprender”. 

Respecto a la apuesta que realiza el Senior LabUC. Carlos Román  que “cuando uno escucha casos de personas mayores que trabajan en empresas y se sienten discriminadas porque los otros compañeros no lo invitan al after office; uno escucha esas historias y es porque a veces las otras generaciones también tenemos esta idea equivocada de decir, para qué lo vamos a invitar si va a querer ir, si por la edad no va a poder”. “Nosotros estamos convencidos de que la intergeneracionalidad va a ser una de las grandes claves en el futuro. Y va a ser una realidad, o sea, es algo que no podemos negar que va a ocurrir”.

Escucha la entrevista completa aquí: